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¿Sabes qué es la hiperqueratosis?
Además de ser la enfermedad que sirvió de inspiración a David Benioff en Juego de Tronos (2011), sabemos que es una afección de la superficie de la piel, que se manifiesta como un engrosamiento de las capas más externas de la epidermis y cuya principal proteína se llama queratina.
Existen muchos tipos de hiperqueratosis, pero de las que os quería hablar un poco son de dos concretamente; la QUERATOSIS PILAR y la PSORIASIS.
La primera, se trata de una condición genética que es capaz de afectar, y atentos al dato, al 40% de la población mundial. Así que no es difícil padecerla. Lo característico de este malestar es que se presentan como acúmulos de queratina en los folículos pilosebáceos. A La queratosis pilar se le conoce como piel de gallina, la referencia que nos permite identificarla son los bultos diminutos que suelen aparecer en los brazos, los muslos, o los glúteos, aunque en realidad pueden aparecer en cualquier folículo.
La segunda, es una enfermedad catalogada como crónica de causas absolutamente desconocidas. Lo que ocurre durante un brote psoriásico es que las células de la piel se multiplican demasiado rápido. Además, se puede observar un descenso de las ceramidas totales y una alteración grave de la barrera cutánea, que ¿qué son las ceramidas totales?, las ceramidas no son más que grasas buenas de la piel, que provocan que la barrera hidro-lipídica no pierda más agua de la que debe. Estas grasas son protectoras y no tienen nada que ver con la grasa corporal. No por tener más peso tenemos más ceramidas en la piel, que quede claro.
La psoriasis se identifica por presentar placas o escamas blanquecinas de grosor variable que suelen aparecer en las zonas de fricción como codos o rodillas, pero también es bastante frecuente en manos, orejas y el cuero cabelludo.
El tratamiento es el mismo para una u otra enfermedad por lo que no es necesario distinguirlas y lo mismo sirve para una como para la otra.
1.- Eliminación de los acúmulos de queratina que obstruyen los folículos. Es decir, hay que quitar la acumulación de esta proteína que obstruye el poro.
2.- Reparar la barrera cutánea.
3.- Nutrir e hidratar intensamente.
Así, utilizaremos, por tanto, una gama anti-rugosidades formada por un limpiador y por una crema alisadora que aporte hidratación, mucha hidratación.
Me da igual la marca que se utilice. Lo realmente importante es la composición tanto del limpiador como de la crema. Por lo que yo recomiendo (y esto es sólo una recomendación) que:
EL LIMPIADOR contenga ácido salicílico que exfolia y suaviza las capas más externas de la piel. Niacinamida que calma el posible picor, y, por último, ácido hialurónico y glicerina que nutren e hidratan como es debido.
LA CREMA lleve el 10% de Urea que suaviza e hidrata, LHA que es un lipo-hidroxi-ácido que tiene la característica de ser lipófilo. Pero… ¿qué significa ser lipófilo?, significa que tiene una buena penetración en las capas más superficiales de la piel. Aplicando este compuesto obtenemos una renovación precisa y homogénea de la epidermis estimulando la regeneración de tejidos. Y finalmente, otra vez ácido salicílico para exfoliar y suavizar.
Según los estudios y siguiendo estas sencillas pautas conseguimos;
En la QUERATOSIS PILAR (los granitos de la piel), reducir en un 76% la sequedad de la piel y en un 40% la rugosidad de la misma. Esto es fundamental para cualquier persona que alguna vez haya padecido este tipo de inflamación.
Y en la PSORIASIS, reducimos un 70% la descamación y la tirantez por lo que la piel mejora su aspecto y queda más confortable y suavizada.
Las enfermedades de la piel suelen presentarse de forma crónica y son bastante molestas para quienes las padecen, pero si sigues estas rutinas te garantizo que tu piel te lo agradecerá.
Sé constante, no te digo más...
La solución está en tus manos.
Productos relacionados con QUERATOSIS PILAR y PSORIASIS:
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