El Frenadol - Hasta 26 contraindicaciones

Veneno, nombre masculino definido como “una sustancia química u orgánica que, introducida en el organismo, produce la muerte o graves trastornos”. Aquí va otra definición… “un veneno es cualquier sustancia química dañina, ya sea sólida, líquida o gaseosa, que puede producir una enfermedad, lesión, o que altera las funciones del sistema digestivo y reproductor cuando entra en contacto con un ser vivo, incluso provocando la muerte”, se parecen bastante ¿verdad?, prácticamente son iguales, sobre todo en el final, un poco trágico.

Por lo tanto y siendo muy estrictos podemos afirmar que todos los medicamentos son un veneno, siempre y cuando (y esto es muy importante) se haga un uso indebido de ellos, es decir, que se tome más dosis de la prescrita o que una persona se tome un medicamento que no debiera tomar por las patologías que ya tiene. 

No todo es oro lo que reluce

¡Atentos!, el mismo Frenadol, esa caja de color rojo que sabe a rayos, que te tomas para los resfriados como si no hubiera un mañana y caen de tres en tres o incluso si la cosa se pone fea de cuatro en cuatro, ese medicamento que nadie sabe decirlo bien, que no es Fernandol por cierto, y que siempre hay alguno caducado en todos los botiquines de las casas de este santo país, ese mismo medicamento, más popular que la Chelito, contiene hasta ¡26 contraindicaciones!. 

Esto significa (y pongo las más comunes en España) que si tienes problemas de presión arterial alta (¡el 40% de la población adulta la padece!), epilepsia (¡400.000 personas la sufren!), VIH y tuberculosis (¡entre 140.000 y 170.000 padecen el VIH en España!), problemas en la coagulación (800.000 y 1.000.000 son anticoagulados), problemas de retención de líquidos (la furosemida, un diurético utilizado para la eliminación de líquidos, se vende “sólo” 110 millones de dosis en un año), si tienes vómitos y naúseas y estás tomando Primperan o Motilium (dos medicamentos  utilizados en procesos gastrointestinales por todo hijo de vecino), si padeces de gota (880.000 afectados), así hasta ¡26!, NO DEBERÍAS TOMAR FRENADOL, TE PONGAS COMO TE PONGAS, PERO SI LO HACES AL MENOS QUE SEPAS QUE DEBES ESTAR MÁS VIGILANTE QUE NUNCA DE TUS PATOLOGÍAS PREVIAS… es la ignorancia la que crea el problema…  y aquí viene la contraindicación que más me gusta a mí, y cito textualmente (lo pone tal cual en el prospecto); “No tome este medicamento durante el tratamiento, ni en las 2 semanas posteriores al mismo con los siguientes medicamentos, ya que se puede producir excitación, tensión arterial alta y fiebre más alta de 40 ºC; medicamentos para el tratamiento de la depresión, (la depresión es a la farmacia como la Coca Cola a la publicidad), inhibidores de la recaptación de la serotonina (paroxetina, fluoxetina cuyo nombre más comercial es PROZAC, ¿te suena?), entre otros. Sólo en el año 1996 se vendieron 12.000.000 de envases en nuestro país, así que imaginaros los que se venderán ahora teniendo en cuenta que siempre vamos a peor, imagínate por un momento la cantidad de personas que toman este medicamento y seguro que no saben que el Frenadol puede ocasionarles un serio problema… más claro… agua.  

El significado y la verdad 

Os cuento todo este rollo porque esto significa que existe un elevadísimo porcentaje de la población española que es susceptible de poder sufrir un percance con nuestro queridísimo Frenadol. 

Soy consciente de que alguien podría argumentar que, aún padeciendo alguna patología de las comentadas anteriormente, un día se tomó un sobre de Frenadol y no le pasó nada, y podría pensar que todo esto no son más que miedos y alarmismos más propios de la prensa amarilla que de un blog de salud. 

Voy a contestar… pues claro que no te pasa nada, uno o dos sobres no pasa nada e incluso una caja, hay una cosa que se llama margen terapéutico que hace que las dosis sean muy seguras. Pero si por la razón que fuere, tomaras Frenadol de forma descontrolada y la patología que padecieras no la tuvieses controlada del todo, cosa que hay muchos pacientes así, podría ser que desarrollaras algún tipo de síntoma propio de una intoxicación o envenenamiento. Quiero que pienses que el Frenadol se puede llegar a tomar durante tres semanas en catarros fuertes, en estos casos, asumes un riesgo elevado de intoxicarte sin llegar a ser consciente. ¿Para que asumir riesgos?, ya sé que te gusta la adrenalina, pero en cuestión de salud mejor no jugar con fuego, ¿no crees?

Analogía y resolución

Ahora estoy recordando una de mis películas favoritas, La chica de la fábrica de cerillas (1990) donde la protagonista es maltratada por su propia familia y por una sociedad cruel y sin sentimientos. En un momento de la película se acerca a la farmacia y compra matarratas (sabías que en las farmacias finlandesas se puede comprar matarratas y… ¿aquí?... ¿estás seguro de que no se puede comprar?), lo que hace después la muchacha con el veneno, no lo revelaré, para evitar dejaros sin película, (y merece mucho la pena verla), pero precisamente una fiesta no hace.  

Lo que quiero decir es que podemos ir a la farmacia con la mente abierta y comentarle al farmacéutico lo que nos pasa, es más, diría mejor que tenemos la obligación de comentarle al farmacéutico lo que nos pasa para que pueda orientarnos sobre qué medicamento es más adecuado tomar según las diferentes patologías que podemos tener. Si por cualquier razón no damos esa información, la obligación del farmacéutico es la de preguntar antes de dispensar, que la responsabilidad no recaiga sólo en el paciente sería lo más justo.

Por todas estas razones, no quiero escuchar a ningún político, sea del signo que sea, que las especialidades farmacéuticas publicitarias, lo que viene siendo el Frenadol, deberían sacarse del canal farmacia por un tema de responsabilidad económica, para crear más puestos de trabajo (esa quizás sea la excusa). No, señores políticos no, las especialidades farmacéuticas publicitarias se quedan en el canal farmacia porque es donde tienen que estar, y eso es innegociable, para la gente y por la gente y los motivos son estrictamente sanitarios. No hagan con nosotros lo que les dé la gana y por favor, sólo les pido una cosa, no quieran darnos matarratas en lugar de Frenadol.