La consulta de Atención Primaria. Lesiones causadas por el sol.

La consulta de Atención Primaria. Lesiones causadas por el sol.

Uno de los motivos de consulta frecuente en atención primaria tiene que ver con la PIEL y con los cambios que se producen en ésta. En un país como España, donde los días de sol se cuentan por goleada, es interesante que conozcamos los daños que puede producir éste en nuestra piel y cómo hemos de prevenirlos. O al menos, los daños más prevalentes.

Pese a que el sol es fuente inagotable de vitamina D, tiene poder antiinflamatorio y tiene claros efectos beneficiosos en enfermedades de la piel (como la psoriasis o el acné), también es cierto que también produce daño en ella. 

Hoy vamos a hacer un repaso a los daños de la piel causados por el sol y cómo debes prevenirlos. Cuando hablamos de estos daños, no nos referimos únicamente a las quemaduras solares. Nos referimos también al envejecimiento de la piel (como las arrugas, manchas y otras alteraciones), a las queratosis actínicas y a diferentes cánceres de piel.

La luz ultravioleta.

La luz ultravioleta (UV), aunque invisible al ojo humano, es el componente de la luz solar con mayor efecto sobre la piel. Se clasifica en tres tipos, dependiendo de su longitud de onda: ultravioleta A (UVA) ultravioleta B (UVB), ultravioleta C (UVC)

Cualquiera de los tres tipos de esta radiación puede dañar el material genético de nuestra piel y puede acabar provocando cáncer.

El índice de radiación ultravioleta es la intensidad con que los rayos UV llegan a la tierra y ésta varía dependiendo de la hora, el lugar y la estación del año en la que nos hayamos. En este caso, es más intensa durante el verano, en lugares altos y en las horas centrales del día

Fotoenvejecimiento.

La exposición al sol produce envejecimiento de la piel de forma prematura. Ésta causa arrugas finas y gruesas, pigmentación irregular y la aparición de grandes manchas llamadas léntigos. 

Aunque las personas de piel clara son las más vulnerables, el fotoenvejecimiento no es exclusivo de ellas, y estos cambios pueden experimentarlos personas de piel más oscura.

Queratosis actínica (o senil).

La lesión precancerosa más frecuente en nuestro medio. Se localiza en zonas expuestas al sol (como el cuero cabelludo en pacientes con calvicie, las orejas, las sienes, las mejillas, la nariz y la frente) y se presenta en forma de pápula queratósica, rasposa al tacto.

Son más frecuentes en personas de piel y ojos claros y se calcula que el 60% de las personas predispuestas mayores de 40 años tienen al menos una queratosis actínica, incrementándose al 80% en mayores de 60 años.

Carcinoma basocelular.

Ésta es otra de las lesiones más frecuentes de la consulta, y al contrario que la queratosis actínica, (que es una lesión precancerosa), ya se trata de un TUMOR MALIGNO EPIDÉRMICO, cuya aparición viene favorecida por:

    • Exposición acumulada a la luz solar.

    • Uso de solárium 

    • Edad avanzada

    • Piel clara

    • Tabaco

    • Inmunosupresión

Dentro del grupo de tumores malignos epidérmicos, es el más frecuente y benigno. No afecta a las mucosas y las metástasis son muy excepcionales.

Pero ¡ojo!, no os confiéis, puesto que en nuestro país es relativamente frecuente que diagnostiquemos de estas lesiones a gente joven en torno a la treintena.

¿Cómo es?: aunque existen diferentes formas de presentación, típicamente el carcinoma basocelular tiene bordes sobreelevados, de aspecto perlado, con úlcera central.

Melanoma.

Se trata de una neoplasia maligna, muy agresiva y con capacidad metastásica. Es más frecuentes en las edades medias de la vida y tiene como principal facto causal la LUZ ULTRAVIOLETA

Como en otras patologías, lo importante es estar informado de las señales de alarma y realizarse de forma periódica una autoexploración. No hay que tener miedo, lo importante siempre es EL DIAGNÓSTICO PRECOZ, que es lo que va a determinar el pronóstico de enfermedad. 

De este manera tenemos que fijarnos:

    • A: asimetría, de la forma, el color o la superficie de la lesión en algunos de sus ejes.

    • B: bordes irregulares, con escotadura.

    • C: coloración. Presencia de diversas tonalidades de color, marrón, azul, negro, gris o blanco.

    • D: diámetro. Se consideran sospechosas las lesiones de 6mm o mayores.

    • E: evolución. Los cambios, del tamaño o del color de la lesión.

A mis pacientes siempre les digo que tienen que buscar el signo “del patito feo”. Esto es: en pacientes con múltiples nevus melanocíticos, una lesión pigmentada que no sigue el patrón del resto de los nevus de ese paciente, debe considerarse sospechosa.

Hábitos saludables para con el sol.

Con motivo del Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel que se celebra el próximo 13 de junio, desde la Academia Española de Dermatología y Venerología se publica una serie de hábitos dermosaludables para disfrutar del sol con responsabilidad:

1. Utilizar ropa de trama tupida, no elásticos, preferiblemente de algodón y color oscuro.

2. Beneficiarse de otros complementos que actúen de barrera, como pueden ser las gorras, los sombreros de ala, los pañuelos o las gafas de sol.

3. Evitar la exposición durante las horas centrales del día, es decir entre las 12 y las 16 horas.

4. Hacer uso de las sombras: árboles, sombrillas, toldos, etc…

5. Evitar quedarse dormido al sol.

6. Es fundamental hidratarse por dentro (bebiendo al menos 1,5 litros de agua) y por fuera (aplicando crema hidratante tras la exposición solar).

7. Aplicar un fotoprotector solar adecuado a cada tipo de piel y zona específica del cuerpo con un SPF igual o superior a 30 media hora antes de la exposición solar con la piel limpia y seca (sin olvidarse de los labios, las orejas, y el cuero cabelludo).

8. Reaplicar el protector solar en abundancia y de manera uniforme cada dos horas o después del baño.

Factor de protección solar (FPS)

Se denomina factor de protección solar (FPS) al número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural de la piel frente al eritema o enrojecimiento previo a la quemadura. Se debe tener en cuenta que la definición sólo indica la capacidad de protección frente al eritema y no frente a los otros efectos producidos por la radiación UVA.

Para la determinación del FPS hay varios sistemas. Entre ellos varía la metodología, y es posible que para un mismo producto se puedan obtener distintos valores de factor de protección, en función del método utilizado. 

En Lovelyfarma contamos con cremas solares de distintos tipos de protección, así como productos para después de la exposición al sol.

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