La milla verde, dolor de próstata

La milla verde, dolor de próstata

Dime qué tienes y te diré de qué careces

La próstata es una glándula del tamaño de una nuez situada debajo de la vejiga rodeando la uretra en el aparato reproductor masculino, que cuando dice de molestar es mejor armarse de paciencia para poder salir airosos. Este es mi primer consejo de hoy, paciencia, mucha paciencia. 

Existen multitud de enfermedades relacionadas con la próstata, pero yo quería hablar de una en concreto, la prostatitis. 

La prostatitis es una inflamación de la próstata con una sintomatología especialmente incómoda. Existen tres tipos de prostatitis: aguda bacteriana, crónica bacteriana y crónica abacteriana. CUIDADO, no es sólo una enfermedad propia de personas mayores. Hay mucha gente joven y de mediana edad que sufren este tipo de patologías. 

La prostatitis aguda requiere muchas veces de hospitalización, da fiebre alta y tiene un rápido comienzo. Seguramente, una bacteria habrá dado el salto a la próstata y ha provocado una inflamación. El tratamiento de la prostatitis aguda y el pronóstico es muy favorable siempre con la administración de antibióticos, aunque no quiero que pienses que es como una cistitis, no, nada que ver. ¡No!, los antibióticos no llegan bien a la próstata, así que una infección aquí tiene muchos inconvenientes, pero repito, si es aguda, lo más probable es que se pueda tratar con algún antibiótico que atraviese la próstata, que los hay, y asunto solucionado, pero mucho cuidado que no es igual que una cistitis. 

Cuando una persona padece una prostatitis aguda es posible que se pueda repetir en el tiempo, es el caso de lo que llamamos prostatitis crónica bacteriana. Son infecciones sucesivas de la próstata a lo largo del tiempo que se detectan a través de urocultivos de orina o de líquido seminal. Cuando tenemos aislado el patógeno, se realiza un antibiograma para saber a qué antibiótico es sensible la bacteria aislada. Los tratamientos deben cumplirse y no suelen bajar de los 21 días mínimo. 

El problema está en la prostatitis crónica abacteriana. Las peores enfermedades son aquellas que se alargan en el tiempo, que se hacen eternas, son aquellas que ponen a prueba nuestra fuerza mental, que la desafían y la colocan contra las cuerdas. Esta enfermedad es una de esas enfermedades de las que yo llamo 24 horas non stop.

Mientras en las prostatitis bacterianas la causa es una bacteria, en esta patología la causa puede ser diversa, o incluso no llegar a determinarse nunca, y eso es lo que la hace especialmente terrible. 

¿Por qué a mí?

Podría ser provocada por un traumatismo, o por una causa emocional, o por el tipo de musculatura en la zona pélvica o incluso por el atrapamiento de un nervio conocido como pudendo que puede llegar a originar la misma sintomatología. 

Orinar frecuentemente, (cuidado no confundir con el tenesmo (ganas de orinar), dolor en la zona pélvica (detrás de los testículos), dolor durante la eyaculación, dolor testicular, dificultad para orinar son algunos de los síntomas que provoca esta enfermedad, sea de la índole que sea. 

Vale, y ¿la solución?

El tratamiento a mi modo de ver tiene que ser multidisciplinar. No es sólo un problema urológico sino también neurológico o incluso psicológico. Utilizar cremas antihemorroidales, baños de asiento templados, y tomar grandes dosis de antiinflamatorios, más concretamente ibuprofeno, así como antibióticos (aunque esto parezca ser contradictorio) son algunos de los tratamientos que los urólogos imponen a los enfermos de esta desesperante enfermedad. 

Determinar primero la causa es vital para establecer un tratamiento precoz que evite la caída emocional de la persona que la padece. Y esto muchas veces es lo que la hace especialmente agobiante. A nadie le agrada hacer múltiples visitas a diferentes urólogos en un año. No encontrar la causa, nos debilita.

Apaciguar los síntomas tiene que ser una prioridad, pero para ello tiene que haber una implicación personal del médico que trata esta patología. Esto es muy importante.  

La pregunta del millón de dólares, ¿Tiene cura?

Sí, si tiene cura, pero es una cura lenta y costosa. Aunque parezca que no mejoras, que el tratamiento no hace nada, sí que mejoras, lo que lo haces muy lentamente, tan lento que incluso parece lo contrario. 

Te dirán que tomes pepitas de calabaza o serenoa repens que es una planta utilizada para mantener una salud adecuada de la próstata, pero la verdad es que cuando estás en brote, todo esto le hace cosquillas. Sirven sobre todo para evitar recaídas, pero cuando el mal aprieta no conseguiremos nada tomando estos complementos.

Cuida lo que comes, nada de irritantes tipo refrescos, alcohol, salsas o picante. Todo esto sienta fatal a la próstata y bebe mucha agua, toda la que puedas, aunque tengas que ir al baño quince veces al día. 

Pero sobre todo piensa que la esperanza es lo último que se pierde y que, del corredor de la muerte, aunque creas que no, también se sale.

Paciencia. Mucha paciencia.

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