¿Cuanta cantidad de antibiotiotico le doy a mi hijo?

¿Cuanta cantidad de antibiotiotico le doy a mi hijo?

La guerra de los mundos

En 1898 Herbert George Wells escribe una novela que narra una invasión marciana en el planeta Tierra. Durante el ataque, los extraterrestres mantienen una lucha encarnizada contra la especie humana, cuya existencia está al borde de la aniquilación más absoluta. Sin embargo, cuando todo parece estar perdido y ya no hay ningún atisbo para la esperanza, las bacterias hacen acto de presencia y consiguen acabar con la conquista alienígena.

Esta extraordinaria ficción pone en evidencia la esencia de las bacterias como potenciales armas de destrucción masiva. Por esta razón, no debemos y no podemos bajar la guardia. Un uso indebido de los antibióticos puede ser el principio del fin de la humanidad. Tratamientos incompletos de antibióticos, dosificaciones erróneas y recomendaciones entre pacientes sin interpelar al médico son algunas de las causas que provocan las temidas resistencias a los antibióticos. La gestación de las denominadas superbacterias es un hecho y resulta ya inevitable por lo que debemos tomar conciencia del grave problema al que nos enfrentamos…   ¿Sabías que las resistencias a los antibióticos podrían ser la epidemia que llegara a matar más que el propio cáncer? Hagamos bien las cosas para que después no tengamos que lamentarnos. 

Sin ir más lejos, os quería explicar cómo se calcula la dosis de un jarabe antibiótico; por ejemplo, amoxicilina 250 mg/5 ml 120 ml, con la finalidad de que podáis anticiparos a un posible error en la dosificación del fármaco. El médico es el encargado de establecer las pertinentes posologías, pero es bien sabido por todos que cuatro ojos ven más que dos. Así que os explico esto para que podáis corroborar la dosis del médico que, aunque es supervisada por el farmacéutico, no está de más conocer cómo se calcula.   

En primer lugar, NUNCA, JAMÁS, le des a un niño, un antibiótico sin receta. Sobre todo, si es la primera vez que lo va a tomar. Una solución de penicilina (amoxicilina para los amigos), será dispensada única y exclusivamente en la farmacia bajo la supervisión de un médico, es decir, CON RECETA. Y POR FAVOR NO INSISTIR AL FARMACÉUTICO PARA QUE LO DISPENSE. SER COMPRENSIVOS. RESPONSABILIDAD.

En segundo lugar, necesitamos saber el peso. MUY IMPORTANTE, nunca establecer una dosis de un medicamento basándonos en la edad, siempre lo haremos basándonos en el peso. Imaginemos que pesa 15 kg.

En el prospecto leemos que “la dosis habitual es de 40 mg a 90 mg por cada Kg de peso corporal al día, administrada en dos o tres dosis divididas”. Como veis, el propio prospecto no define una dosis habitual exacta si no que establece una horquilla de valores de dosis. ¿Cuál elijo?, Pues tú, ninguna. Aquí es donde reside la importancia del diagnóstico por parte del médico. El médico escogerá una dosis u otra en función de la gravedad de la infección.   

Vamos a escoger una dosis intermedia para poder calcular el ejemplo, nada más; 60 mg (Esto sería trabajo del médico)

60 mg /kg lo multiplicamos por 15 kg que es el peso del niño. Obtenemos 900 mg al día. La cantidad diaria que tendríamos que administrar. OJO esta cantidad es diaria, y el prospecto nos indica que se administra dos o tres veces al día (la amoxicilina se administra cada 8 horas). Por lo tanto, tenemos que dividir entre 3. 900 mg y 24 horas dividido por 3 (que es la frecuencia de las dosis, si fuera dos veces pues dividiríamos entre 2). Resultado, 300 mg cada 8 horas. Ésta sería la cantidad de amoxicilina que tendríamos que administrar cada 8 horas. Pero como no es un polvo, si no un líquido, hay que pasar estos mg a volumen. ¿Cómo?, mirando la concentración del antibiótico en la caja del propio medicamento y haciendo una simple regla de tres. 

Si 250 mg de antibiótico están en 5 mililitros (caja de amoxicilina 250 mg / 5 ml), 300 mg (que son los mg calculados) están en X mililitros. X=6 mililitros. 6 mililitros cada ocho horas es lo que mediremos en la jeringuilla dispensadora.

Para coger ese volumen primero hay que preparar el jarabe. Para ello echamos agua dentro del envase hasta la raya que indica la botella. MUY IMPORTANTE, No sobrepasar la línea porque si nos pasamos, la solución estará muy diluida y no tendrá efecto, y si nos quedamos cortos estará más concentrada y por lo tanto tendremos más riesgo de padecer efectos adversos. 

Consejo: echamos un poquito de agua y removemos, cuando esté el polvo disuelto (sobre todo que no haya polvo pegado a la pared de la botella), volvemos a echar un poco de agua, así sucesivamente hasta llegar a la raya. De esta forma, controlamos mejor la disolución del preparado. No echar el agua de golpe.

Una vez preparada la disolución y administrada, hay algunos antibióticos que se guardan en la nevera y otros no, fijaros en las condiciones de conservación, en el caso de la amoxicilina no se guarda en nevera y tiene que consumirse durante los 14 días siguientes. Ser fieles a la duración del tratamiento establecido por el médico.   

Ya sabes como funcionan nuestras armas, nuestras únicas armas, así que, responsabilízate por el uso inadecuado que a veces les has dado y cambia de actitud, porque podemos perder alguna batalla en algún momento muy puntual, pero bajo ningún concepto, podemos perder la guerra.

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